A partir de 1990
con la agresiva y revolucionaria propuesta realizada por Michael Hammer y James
Champy es que aparece de forma nítida el concepto de reingeniería de procesos, para
ellos la reingeniería es:
“La revisión fundamental y el rediseño radical de procesos para alcanzar
mejoras espectaculares en medidas críticas y contemporáneas de rendimiento, tales
como costos, calidad, servicio y rapidez”.
La Reingeniería
de Procesos surge entonces como una herramienta orientada al mejoramiento de los
procesos partiendo de un cambio radical, replanteando y rediseñando completamente
los procesos de negocio existentes. Su adecuada aplicación seguida de innovación
y mejoramiento continuo permite mantener la competitividad, pero en ningún momento
puede por sí sola ser la solución a los males, problemas o falencias de la organización.
Después de haber
surgido la reingeniería, aparece Tomas H. Davenport, el cual destaca el papel que
cumplen las Tecnologías de información, ya que las muestra como las facilitadoras
y conductoras de la innovación y la reingeniería de los procesos de negocio, así
un ciclo de mejora continua podría ser implementado como una etapa de “post-reingeniería”
seguida de la innovación.
Davenport fue menos extremista en su análisis de cómo lograr la innovación
de procesos y más teórico en su metodología y fórmula para tener éxito. Sin embargo,
estuvo de acuerdo con Hammer y Champy en que los programas de mejora continua de
calidad requieren un enfoque bottom-up, mientras que la innovación de procesos generalmente
es mucho más enfocada a top-down, requiriendo liderazgo y compromiso de la alta
gerencia. Davenport observó que tanto el cambio gradual como el radical requieren
de un cambio cultural y que varias formas de innovación de procesos a menudo producen
cambios en los centros de poder y control de la organización así como en las habilidades
requeridas y las prácticas administrativas.
Esta etapa iniciada
por la propuesta de Hammer y Champy, seguida por los aportes de Davenport es considerada
como la “segunda ola”.
Actualmente, Reingeniería
es un término genérico dentro del cual se pueden ubicar la Reingeniería como tal,
desde el punto de vista de Hammer, pasando por Streamlining, Mejoramiento de Procesos,
Downsizing, Reestructuración, Transformación, y la Reinvención de Procesos.
Entre las técnicas
que pueden usarse en un proceso de Reingeniería, cabe destacar el Benchmarking,
como forma de comparar y medir continuamente a una organización con respecto a los
líderes comerciales en cualquier lugar del mundo para obtener la información que
permita tomar las medidas necesarias para mejorar su desempeño. Y como aspectos
complementarios a considerar en el proceso, el empoderamiento (empowerment), la
organización vertical, la innovación y la creatividad, entre muchos otros aspectos.
Tanto el proceso
de negocio como su administración, han sido relativamente constantes a lo largo
de las diferentes olas. Es cierto que se han presentado diferentes definiciones
del proceso de negocio, pero básicamente todas comparten elementos similares y apuntan
al mismo concepto: en cada ola se agregan nuevos elementos pero su esencia es la
misma.
En la primera ola
los procesos productivos eran los más importantes, en la segunda los procesos estratégicos,
y en la tercera tanto los procesos estratégicos como los procesos de soporte, deben
ser administrados de igual forma y adicionalmente, se presentan diferencias en las
tecnologías utilizadas en cada ola para soportar la administración de procesos.
Así pues, BPM retoma
todas las tecnologías y técnicas desarrolladas durante las tres olas de su evolución
en un todo unificado, que se convierte a su vez en un nuevo fundamento sobre el
cual se construye la organización; una organización más sintonizada con la nueva
naturaleza de los procesos de negocio y su administración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario